lunes, 27 de mayo de 2019
A la hora de estructurar un proyecto es necesario considerar el riesgo cambiario y evaluar qué mecanismos de mitigación existen para que el proyecto en cuestión sea financiera y comercialmente razonable.
¿Cuál es el efecto de la fluctuación del peso colombiano frente al dólar estadounidense en el desarrollo de un proyecto?
Es posible que, dada la diferencia positiva o negativa resultante de la fluctuación del peso frente al dólar, un proyecto no genere los recursos necesarios para el pago de los compromisos asumidos. Esta fluctuación representa un riesgo cambiario tanto para proyectos cuyas fuentes son en moneda extranjera (por ejemplo, vigencias futuras denominadas en dólares) y sus usos en moneda local (por ejemplo, capex), como para aquellos proyectos cuyas fuentes son en moneda local (por ejemplo, peajes) y sus usos en moneda extranjera (por ejemplo, financiamiento otorgado por no residentes).
¿Qué mecanismos de mitigación de riesgo cambiario existen?
Como mecanismo de mitigación pueden negociarse operaciones sobre instrumentos financieros derivados con finalidad de cobertura con un Intermediario del mercado cambiario o un agente del exterior autorizado, en los términos de la circular reglamentaria Dodm-144 del Banco de la República.
Dentro de dichas operaciones, y a modo de ejemplo, se encuentran los forwards. Mediante estos, los contratantes se comprometen a intercambiar un subyacente (monto en una divisa determinada) en el futuro, con un precio acordado desde la fecha de la negociación.
Si el precio del activo subyacente aumenta durante el plazo del forward, su comprador podrá adquirir el activo subyacente a un precio inferior al negociado. Por el contrario, si el activo subyacente disminuye por debajo del valor negociado, el vendedor del forward podrá vender el subyacente a un precio superior.
¿Cuál es un ejemplo del riesgo cambiario en concesiones viales 4G en Colombia?
El riesgo cambiario se evidencia en contratos de concesión con vigencias futuras en dólares. El monto de estas depende de la tasa de cambio que se toma como referencia para su cálculo. Normalmente dicha tasa no es la misma del día en que se efectúa el desembolso de las vigencias; es decir, hay una exposición cambiaria desde la fecha del cálculo hasta la fecha efectiva de pago.
Mediante un derivado, es posible mitigar este riesgo. Sin embargo, vale aclarar que en estos proyectos hay una incertidumbre en cuanto a la fecha del desembolso, pues, según el contrato de concesión, el desembolso de las vigencias puede realizarse a más tardar en diciembre de cada vigencia presupuestal, y la Agencia Nacional de Infraestructura no está obligada a comprometerse con una fecha específica. La dificultad de realizar una operación de derivado en este contexto es que el desembolso no se efectúe en la fecha prevista. Si el desembolso se realiza antes de esta fecha, se liquidaría a precio de mercado y no a la tasa pactada. Si, por el contrario, el desembolso se realiza en un momento posterior a la fecha prevista en el derivado, puede liquidarse o prorrogarse. En este último caso, las condiciones económicas deberán volver a negociarse.