Se han disparado las denuncias internas por acoso laboral

Incluso las cosas más virtuosas tienen un lado complejo y negativo. La loable preocupación de las empresas por sus climas laborales internos ha dado lugar a diversos mecanismos de fácil acceso (y muchas veces anónimos) para realizar denuncias y reclamos. Con ello, se han multiplicado por mucho las denuncias internas de acoso laboral, que ponen a la empresa en la obligación de investigarlas, interrogando testigos, informando al denunciado para su defensa, levantando información, etc. Todo eso, en un contexto legal que coarta las facultades indagatorias de las empresas de llevar procesos de investigación. Eso ha implicado, no solo un importante uso de tiempo y energías, sino que también, procesos desgastantes y múltiples juicios laborales, iniciados tanto por el denunciante, que no queda satisfecho con la investigación y su resultado, y/o por el denunciado, que, además, se siente sometido a un estrés e incertidumbre. Ante esos juicios, y al proceso en general, una debida asesoría al momento de la realización de la investigación puede ser fundamental.