La billonaria ley de los negocios: las mentes detrás de las grandes movidas empresariales del país

Ecopetrol, Nutresa, ISA, Sura, Argos y muchas otras de las más grandes compañías del país tuvieron billonarias movidas que se consolidaron en los últimos años. Detrás de ellas están los más importantes bufetes con especialidad en fusiones y adquisiciones. Esta es la crónica sobre cómo los abogados ayudaron a concretar negocios por más de $29 billones en Colombia.

El jaque instantáneo que Jaime Gilinski le propinó al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) el 10 de noviembre de 2021 cuando lanzó la primera OPA por Nutresa tiene una historia más allá de lo que se conoce hasta el momento. Casi 12 meses atrás, en plena pandemia, el banquero tocó las puertas de una oficina de abogados en el norte de Bogotá, expuso una idea que desde hacía rato rondaba su cabeza y consolidó –en secreto– un grupo de asesores que le permitieron lograr lo que se convirtió en el negocio más grande del siglo XXI en Colombia. 

De la mano de cuatro abogados, Jaime y su hijo Gabriel diseñaron la estrategia, mapearon las implicaciones legales, revisaron las jurisdicciones de más de 15 países donde tenía operación el GEA y ejecutaron la movida que, desde el día uno, sabían que iban a lograr. Así, semanas después de que se lanzó la primera OPA, se conoció que Gómez-Pinzón era uno de los protagonistas del billonario negocio que no paraba de sorprender a los ejecutivos de Antioquia. 

Los Gilinski finalmente firmaron un cheque por US$2.500 millones para la compra de sus participaciones en Nutresa y Sura, una transacción que involucró a lo largo del último año a otros pesos pesados del derecho: Brigard Urrutia, DLA Piper y Muñoz Tamayo & Asociados. Todos, cada uno desde distintas orillas, siendo actores principales de un episodio que quedará en los anales de la historia empresarial colombiana.

El papel de los abogados es clave para concretar estas grandes movidas: conocer todos los detalles de la imbricada ley empresarial no solo de Colombia sino de muchas otras jurisdicciones es la base para elaborar los complejos contratos de adquisición o fusión de las empresas involucradas en estas billonarias transacciones. Cualquier error puede salir muy costoso.

En Colombia, muchos negocios se han dado en las últimas vigencias y en todos ellos los abogados fueron los protagonistas. Tres meses antes de que se lanzará la primera oferta por Nutresa, Ecopetrol sorprendió al mercado con la noticia de que comprarían el 51,4% de ISA, lo que la convertía en el conglomerado energético más importante de América Latina. Quién estaba detrás de la estructuración y transacción era Posse Herrera Ruiz, una firma que se le midió a cerrar un negocio por $14,2 billones (más de US$3.100 millones). 

“Representamos en este caso al Ministerio de Hacienda, junto a la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN). Hicimos la estructura y una transacción que la gente en la calle ve como ‘yo con yo’, pero que tenía una dificultad importante, porque era vender una empresa pública a otra empresa pública y las dos cotizando en bolsa. Fue una operación de una complejidad importante que, finalmente, salió bastante bien”, recuerda a Forbes el socio y fundador de Posse Herrera Ruiz, Jaime Herrera.

Los negocios por Nutresa e ISA se dieron en plena recuperación económica, un ambiente que les permitió a los grandes bufetes de abogados cerrar también otras transacciones de miles de millones de dólares. De hecho, hubo para todos los gustos, colores y sectores. Basta con mencionar casos como la compra de Viva Air por parte de Avianca, de la mano de Garrigues; la fusión de Aris Gold con Gran Colombia Gold, con Dentons Cárdenas & Cárdenas como asesores; la venta de activos de fibra óptica por parte de Telefónica a KKR, en donde participaron Gómez-Pinzón y Brigard Urrutia; la venta de Anglo American sobre la participación accionaria en Cerrejón, con Lloreda Camacho & Co; y la integración de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) con las bolsas de valores de Perú y Chile, en la que estuvo PPU.

Las operaciones del 2022 fueron impulsadas por el crecimiento económico, el exceso de capital como resultado de la devaluación del peso, así como la necesidad de cerrar las transacciones previo a la entrada en vigencia de la reforma tributaria, situaciones que no habían ocurrido en otros años”, explica a Forbes la directora del grupo de práctica corporativa, fusiones y adquisiciones de Gómez-Pinzón, Lina Uribe.

PANORAMA ACTUAL

Las grandes firmas de abogados ratificaron que los inversionistas siguen viendo a Colombia como un hub de oportunidades. Muestra de este balance se ve en los resultados de 2022 y en lo corrido de este año en materia de mergers and acquisitions (M&A), o en español fusiones y adquisiciones.

Cifras de TTR Data muestran que solo el año pasado los 10 bufetes más grandes del país consolidaron negocios por encima de los US$6.460 millones, que serían alrededor de $29 billones o un poco más del 2,2% del PIB de Colombia.

Algunos lideran en montos de transacción, mientras otros en número de negocios cerrados. Lo cierto es que todos, desde diversos sectores, han consolidado una serie de acuerdos que han permitido movilizar millones de dólares de capital extranjero y local.

Según el informe más reciente de TTR Data al que tuvo acceso Forbes, entre el 1 de abril de 2022 y el 30 de abril de 2023, DLA Piper Martínez Beltrán logró acuerdos por un monto de US$1.159 millones, Brigard Urrutia por US$686.4 millones, Dentons Cárdenas & Cárdenas por US$551.3 millones, Muñoz Tamayo & Asociados por US$484 millones y Baker Mckenzie por US$316.7 millones.

Por su parte, Posse Herrera Ruiz logró sumar US$226,1 millones, Gómez-Pinzón amasó US$186 millones, Lloreda Camacho & Co alcanzó US$168,3 millones, Cuatrecasas Colombia llegó a US$113 millones y RAD totalizó US$45,3 millones. Esto no es un ránking, sino parte de lo que han logrado en el último año, en medio de un giro político en el país y las nuevas dificultades que han dibujado en el entorno económico. En estas cifras no se incluye aún el resultado del intercambio de acciones entre el Grupo Empresarial Antioqueño y el Grupo Gilinski que se concretará en los próximos meses. No obstante, lo que cabe decir es que será una movida equivalente al 87% de la participación accionaria de una compañía valorada en más de US$8.000 millones.

“El 2022 fue un año bastante movido. De recuperación pospandémica, con una atracción interesante. Los negocios que se habían dejado de hacer en la pandemia, se retomaron y además, al ser un año electoral, la gente trató de acelerar esas operaciones”, sostiene el socio de M&A de DLA Piper Martínez Beltrán, Felipe Aristizábal. “2023 ha sido un año distinto en parte por la desaceleración no solamente en Colombia, sino en el mundo”.

Bernardo Cárdenas, socio director de Dentons Cárdenas & Cárdenas, asegura que desde el segundo semestre del 2022 se ha observado un enfriamiento del mercado transaccional que se ha mantenido durante el primer trimestre de 2023.  “De conformidad con cifras dadas por TTR Data, las transacciones en Colombia mostraron una disminución del 50,55% durante el primer trimestre. Esto contrasta con el promedio de Latinoamérica, que presentó una disminución del 38% aproximadamente”.

“Estamos enfrentando un giro radical en el modelo de estado y, mientras las iniciativas de reforma hacen tránsito en el Congreso de la República, estaremos viviendo tiempos muy inciertos que enrarecen el ambiente en términos de inversión y de apuesta por el país”.

Los resultados muestran que a los abogados les va bien, pese a que este año se vislumbran retos económicos, sociales y políticos. Algunos aseguran que los temores de los inversionistas se han reducido ante la sólida institucionalidad de Colombia, pero otros, por su parte, destacan que dicho escepticismo se mantiene, especialmente para los empresarios locales.

Así justamente lo argumenta el CEO de RAD/DF, Jeison Larrotta: “Sorprendentemente los inversionistas extranjeros han continuado sus procesos de inversión en Colombia, aunque tal vez a una menor velocidad a la expectativa de lo que pueda suceder con la situación política. Muchos de nuestros clientes nos han dicho que los más asustados con la situación en el país son los colombianos y no los extranjeros”.

¿MIEDO A LOS NEGOCIOS?

Los cambios políticos en la región, el giro a la izquierda en la presidencia de Colombia, las reformas sociales que se tramitan en el Congreso y un entorno macroeconómico complejo, con altas tasas de interés e inflación, muestran un panorama difícil, en el que hay oportunidades y desafíos.

Parte de esa desaceleración ya se está viendo en las fusiones y adquisiciones de América Latina. De acuerdo con TTR Data se produjeron un total de 860 transacciones entre enero y abril de este año, de las cuales 338 registran un monto agregado de US$23.846 millones, un descenso del 32% en el número de transacciones y una disminución del 35% en su valor frente al mismo periodo de 2022. 

“En 2023 reportado a la fecha se han dado aproximadamente 45 transacciones por valor de US$545 millones. Esto indica que la actividad inició mucho más lenta en el 2023 ya que la proyección a final de año de resultados del primer trimestre de 2023 no permitiría llegar a los niveles en que se cerró el 2022”, destaca Sergio Michelsen, socio de Brigard Urrutia.

Brasil, Chile y México lideran como los países con el mayor número de transacciones, mientras en cuarto lugar está Colombia. Lo que muestran los datos es que, al cuarto mes del año, van 62 acuerdos, cifra que refleja una caída de 46% frente al año anterior. 

Juan Felipe Vera y Felipe Mariño, socios de M&A en Cuatrecasas Colombia, argumentan, en conjunto, que cada país vive un momento distinto: “en México, por ejemplo, el temor por la llegada, en su momento, de Andrés Manuel López Obrador se ha ido disipando; en Chile pasa algo similar con todo el tema de la reforma de la Constitución Política y el estallido social; en Colombia y Perú vivimos aún un poco más de incertidumbre política y económica. Sin embargo, lo que hemos visto también es que, generalmente, fuera de nuestros países los inversionistas tienen una visión menos pesimista que la que se vive al interior de estos y el apetito de inversión depende también en gran medida de si las tesis de inversión son a corto o más largo plazo”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las firmas creen que, en la medida que las reformas sociales surtan su trámite, se logrará despegar el panorama, retomar algunos negocios, crear nuevos e impulsar incluso oportunidades de mercado, esto debido a que las empresas, fondos de capital e inversionistas siguen atentos sobre eventuales cambios normativos, que afectan la seguridad jurídica.

Andrés Ordóñez, socio M&A de Garrigues Colombia, dice que “uno de los grandes atractivos para un inversionista extranjero está en un ordenamiento estable que permita anticipar las regulaciones aplicables

Las firmas creen que, en la medida que las reformas sociales surtan su trámite, se logrará despegar el panorama, retomar algunos negocios, crear nuevos e impulsar incluso oportunidades de mercado, esto debido a que las empresas, fondos de capital e inversionistas siguen atentos sobre eventuales cambios normativos, que afectan la seguridad jurídica.

 

 

Andrés Ordóñez, socio M&A de Garrigues Colombia, dice que “uno de los grandes atractivos para un inversionista extranjero está en un ordenamiento estable que permita anticipar las regulaciones aplicables a las compañías adquiridas antes de cerrar una adquisición”. Por eso, “una jurisdicción donde no sean previsibles los cambios regulatorios pierde el atractivo”.

“Las operaciones del 2022 fueron impulsadas por el crecimiento económico, el exceso de capital como resultado de la devaluación del peso, así como la necesidad de cerrar las transacciones previo a la entrada en vigencia de la reforma tributaria”

Lina Uribe, directora del grupo de práctica corporativa, fusiones y adquisiciones de Gómez- Pinzón

LAS OPORTUNIDADES

Hay indicadores que vislumbran oportunidades en sectores estratégicos como las energías renovables, el turismo, los servicios TI, el BPO, la infraestructura y fintech, entre otros. De hecho, las compañías confirmaron a Forbes que ya se están adelantando algunos acuerdos por reestructuraciones empresariales o adquisiciones de compañías en estado de insolvencia. 

Lo que muestra el panorama es que las firmas estarán buscando adquisiciones de oportunidad y ventas de necesidad. Por ejemplo, en Private Equity, es claro que la actividad ha disminuido, entre otras cosas por la dificultad de tener un horizonte de inversión y retorno claro (dado lo cambiante de las reglas).

No obstante, según explica Jaime Robledo, socio de Brigard Urrutia, en este momento “hay organizaciones ricas en caja y recursos como los fondos soberanos árabes o sus compañías relacionadas (Ejemplo: IHC de Abu Dhabi, Mubadala (Abu Dhabi), Adia (Abu Dhabi), GIC (Singapur) y Temasek (Singapur) entre otros), así como compañías gubernamentales chinas que  podrían ser los que sacudan el mercado en Colombia durante estas fechas”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A esto se suma que en este momento se están dando traslados de inversión estadounidense y europea a través  del nearshoring a jurisdicciones más cercanas para mejorar sistemas de producción y distribución. Sin embargo, el socio de Brigard Urrutia destaca que, “para ello, el gobierno debe ser claro en poner las reglas que atraigan esos capitales y no mostrarse ni apático ni odioso hacia ellos”.

Pese a que el sector minero energético no podría representar numerosas transacciones, sí podría tener las operaciones más representativas. El motivo es que hay activos que se han desvalorizado por situaciones sociales o ambientales, lo que ha generado que se encuentren a precios más favorables. Los inversionistas asiáticos, especialmente, podrían encontrar aquí una industria a largo plazo, especialmente en petróleo, gas o proyectos de minerales estratégicos.

Las empresas colombianas todavía pueden encontrar oportunidades estratégicas para seguir creciendo y, al mismo tiempo, sobrevivir a un entorno de incertidumbre. Mientras las circunstancias sigan permitiendo hacer negocios, los CEO seguirán acaparando titulares y sus asesores legales serán las mentes maestras detrás de cada gran movida empresarial. Así es la ley de los negocios.

METODOLOGÍA

La clasificación de TTR Data, principal insumo de este artículo, se generó utilizando transacciones anunciadas desde abril 1 de 2022 hasta abril 30 de 2023. Estas no incluyen transacciones de joint ventures y solo incluyen acuerdos en los que al menos una de las partes de la transacción se basa en el país para el que se genera la clasificación. Las transacciones de adquisición de activos se incluyen solo cuando el objetivo se clasifica como una unidad de negocio.

Los resultados expuestos en este artículo no representan un ranking, sino que buscan dar un panorama completo de los logros que el país ha experimentado en el último año dentro de todos los sectores de la economía nacional. Se revisaron las cifras del 2022, pero desde TTR indicaron que ya no estarían vigentes. La razón: “probablemente han habido cambios de importes por solicitud de las firmas”.

Fuente:

Revista Forbes Colombia

Compartir: