Los colombianos tenemos que defender la regla del derecho y rodear a nuestro sistema judicial

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Que los abogados deben mantener sus conocimientos jurídicos actualizados es un enunciado que hasta quienes no practican el derecho conocen. Y aunque en las aulas de clase se repite una y otra vez, en el mercado laboral actual cobra mayor sentido que nunca.

Conocer los avances de la tecnología, la globalización y las constantes reformas, así como los contextos locales e internacionales es clave, principalmente porque el mercado de los servicios jurídicos es cada vez más especializado y competitivo; además, porque es necesario profundizar en aquellos temas que se encaran, con miras a prestar un servicio ético y de alta calidad.

La tendencia mundial apunta a la especialización y la clientela exige cada vez más un significativo grado de conocimiento y experiencia detallados en las distintas áreas de la práctica, así lo afirmó Juan Carlos Rocha, socio director de PPU Colombia en entrevista con Cambio. En este sentido, la apuesta de la firma es tener personal cada vez más capacitado y especializado.

Muestra de la capacidad de actualización y especialización de los abogados de PPU es la reciente fusión de las bolsas de Colombia, Perú y Chile, en la que la firma asesoró a las tres empresas implicadas en lo que se considera un hito: la primera integración latinoamericana de bolsas de valores. De esta manera, con sus equipos en Bogotá, Lima y Santiago ayudaron a gestionar una movida que va a potenciar el mercado de capitales de los tres países.

Rocha, quien también es experto en Derecho Corporativo/M&A e Inmobiliario, hizo un balance de la firma en 2023, los planes para el próximo año y los retos que enfrenta el país con un gobierno caracterizado por “un alto nivel de improvisación en la presentación y discusión de las reformas”.

A un mes de cerrar 2023, ¿qué balance hace del año para la firma?

Este ha sido un año positivo para PPU. Pese a la enorme incertidumbre que se deriva de los tantos anuncios y propuestas del gobierno, nuestros resultados son muy satisfactorios. Algunas áreas de la práctica legal han sufrido significativamente: las de derecho y regulación minera, infraestructura y financiaciones han sido las más afectadas; todas las demás han tenido un comportamiento notable. Hemos incrementado la inversión en tecnología y ciberseguridad, el trabajo interno en materia de capacitación y educación continuada ha tenido un gran ascenso, mantenemos una política de trabajo híbrido y nuestra planta de abogados y socios ha cumplido los objetivos que nos propusimos al comienzo del año. Gracias a nuestra plataforma iberoamericana sigue en ascenso el trabajo para clientes en nuestras tres jurisdicciones (Colombia, Perú y Chile) y desde España y Portugal atendemos clientes y asuntos de gran relevancia en nuestra región.

¿Qué proyectos o planes tienen para 2024?

El 2024 luce muy desafiante. El gobierno nacional insistirá en reformas que, si se aprueban en los términos en que vienen siendo discutidas, producirán grandes cambios y tendrán un costo económico que todavía no se calcula correctamente. También es evidente que el gobierno seguirá empecinado en marchitar la producción minera, la de gas y sobre todo la de petróleo, sin tener disponibles unas fuentes alternativas de ingresos que permitan una transición ordenada. Frente a este panorama, seguiremos en la tarea de servir mejor a nuestros clientes, con equipos humanos bien entrenados, especializados en las diferentes áreas de práctica y preocupados -como siempre- por una relación profesional que sea eficiente en términos de oportunidad y valor. Gozamos de una posición privilegiada en el mercado y allí hemos llegado gracias a la generosa confianza de nuestros clientes y a la disciplina y rigor profesional con que trabajamos. ¿Cómo enfrentaremos el año próximo? Con planes de acción en materia de atracción y retención del talento, con mayores herramientas tecnológicas y digitales, con mayor profundización en las áreas de práctica y con el objetivo de conocer más y mejor los segmentos en donde opera nuestra clientela. Las firmas de abogados somos aliados de nuestros clientes, y desde esa perspectiva, tenemos la obligación de entender a profundidad sus negocios, sus preocupaciones, sus amenazas y también las oportunidades que se presentan; no estamos solo para redactar y negociar documentos o para atender requerimientos y participar en litigios: somos -y los clientes quieren que seamos- partícipes de su gestión diaria. Es ahí en donde apoyamos la generación de valor y la construcción de la sostenibilidad de largo plazo.

¿Abrirán nuevas áreas de prácticas o sumarán nuevos socios?

La tendencia mundial apunta a la especialización y la clientela nos exige -cada vez más- un significativo grado de conocimiento y experiencia detallados en las distintas áreas de la práctica. El concepto de “abogado generalista” es un asunto del pasado. Es virtualmente imposible que, frente a la explosión normativa, exista algún abogado que navegue adecuadamente en este océano de leyes, decretos, regulaciones y decisiones administrativas y judiciales. Para responder a nuestro sentido estratégico de la práctica profesional, continuaremos el camino de agregar más prácticas, entre ellas las asociadas al derecho digital, tecnología y comunicaciones, y vendrán otras que anunciaremos oportunamente.

¿Cuál es la visión que tiene para la firma a mediano y largo plazo?

PPU es una firma dinámica, que ha crecido y se ha posicionado como uno de los líderes del mercado gracias a decisiones novedosas, pioneras e incluso audaces. Su equipo humano está conectado con la realidad. La mística con la que prestamos nuestros servicios nos permite tener una visión relativamente clara del mediano y largo plazo: no apuntamos a un tamaño desbordado, nuestro equipo humano debe ser altamente especializado, los principios éticos tienen un lugar central en el ejercicio de la profesión y los clientes demandan la utilización de herramientas e infraestructura tecnológica que simplifique procesos y que permita aprovechar experiencia, conocimiento y “muchas millas de vuelo”. Nos debemos a los clientes, a la comunidad y a nuestros colaboradores. Sobre esos tres pilares: firma de abogados, institución y empresa, hemos construido nuestra historia y sobre esos tres pilares seguiremos apuntalando el futuro. PPU es una escuela de vida y de formación profesional. Gracias a esa claridad conceptual, tenemos bien definidos los roles y los objetivos hacia el futuro, y continuaremos el camino de consolidación en el mercado, para seguir sirviendo como una de las firmas preferidas de la clientela.

¿Cuáles son los grandes retos que tiene la práctica legal en la actualidad?

Para responder a esta pregunta hay que ver dos dimensiones: la local y la internacional.

En lo local, los retos se concentran en la administración de la explosión normativa y las decisiones de las autoridades administrativas y judiciales, que imponen un manejo del “conocimiento legal” muy especializado; de otro lado, a la disciplina y mística para navegar entre la incertidumbre: este gobierno se ha caracterizado por un alto nivel de improvisación en la presentación y discusión de las reformas centrales que se anunciaron en la pasada campaña presidencial, sus funcionarios se contradicen, el presidente desautoriza, al presidente lo desautorizan sus ministros, los proyectos de ley están plagados de ideología y en últimas, se acude a las mismas prácticas clientelistas que todos quisiéramos erradicar. Por último, en el plano local, estamos frente a un gobierno que desafía permanentemente al sistema judicial y que incluso lo amenaza con recortes presupuestales cuando las sentencias en procesos de inconstitucionalidad o de ilegalidad no favorecen las iniciativas del ejecutivo. No hay nada más subversivo que la denegación de justicia, y el gobierno con esos recortes presupuestales que se anuncian en la rama judicial, puede profundizar la crisis social que ahora vivimos. Así como durante la pandemia del año 2020 los héroes de la patria fueron los médicos y todo el personal hospitalario, desde el 2022 los héroes de la patria son los jueces, a quienes debemos rodear y apoyar. El sistema democrático, con todas sus imperfecciones, es el único que ha permitido un desarrollo ordenado de las naciones, y por eso el principio de separación de poderes es indispensable. Es imperativo que los colombianos defendamos la regla del derecho y el respeto por la Constitución Política y las normas. Lo demás es el caos.

En el plano internacional, la sofisticación de la clientela y la tecnología, acompañada de las múltiples regulaciones y decisiones sobre nuevas materias (por ejemplo, las directivas en materia de protección de datos y de inteligencia artificial en la Comunidad Europea y las decisiones en materia de integraciones empresariales y prácticas antimonopolio de las autoridades en Estados Unidos) nos obligan a educarnos y capacitarnos más sobre lo que sucede en otras jurisdicciones. La globalización es una realidad que no se detiene y los abogados no podemos mirar sólo lo que sucede en nuestro territorio sino todo aquello que pasa en el mundo.

¿Qué retos a nivel global y local se están viendo en las fusiones y adquisiciones?

A nivel global, los grandes inversionistas (institucionales, fondos de capital privado, multilaterales y empresas transnacionales) siempre se inclinarán y apostarán por territorios que ofrezcan estabilidad legal, estabilidad económica y respeto a los derechos de propiedad y libre empresa. Las jurisdicciones que brinden estas garantías serán los mejores receptores de inversión y con ello se acelerarán los procesos de fusiones y adquisiciones. Nuestro país, con una ubicación geográfica estratégica, con una infraestructura rezagada y con una población que sigue en aumento, tiene todos los ingredientes básicos para convertirse en un gran polo de desarrollo, nos falta lo otro: la confianza y el respeto a la inversión. El mayor motor de desarrollo es la iniciativa privada, ese es un hecho cierto que no requiere comprobaciones.

En lo local, los cambios permanentes de reglas tributarias, la avalancha de controles al sector formal y la débil lucha frente a la informalidad, sumado al desbordado aumento en los índices de seguridad y delincuencia, le agregan un factor que pesa muchísimo para los inversionistas colombianos y que les invita a pensar en otras jurisdicciones.

¿Cómo ha afectado los proyectos de reforma a las fusiones y adquisiciones y en general al país?

La afectación ha sido muy severa. La incertidumbre no cesa, el empecinamiento del ejecutivo en promover reformas que no consultan la sostenibilidad de largo plazo y que, sobre todo, no resuelven los problemas centrales, ha derivado en una desaceleración de la actividad en materia de fusiones y adquisiciones. No es un secreto que la economía se mueve sobre un principio intangible, que es el de la confianza. Las cifras siempre serán muy poderosas, pero la confianza, que resulta en una apuesta de negocio, son definitivos a la hora de invertir. Si se miran las cifras de los asesores financieros y en banca de inversión y las de los consultores, se concluye que la actividad de fusiones y adquisiciones ha disminuido notablemente. Hay todavía interés, pero claramente estamos frente a una ralentización.

¿Qué tiene que hacer Colombia para seguir siendo atractiva para invertir?

Los colombianos tenemos que defender la regla del derecho, y tenemos que rodear a nuestro sistema judicial. La separación de poderes y el respeto por la Constitución y las leyes tienen que ser el objetivo principal de nuestra actividad diaria. Los gobiernos son pasajeros, mientras que las instituciones son permanentes. Nuestro país siempre se ha destacado por su respeto a la democracia, y el sistema de “pesos y contrapesos” terminará por imponerse.

¿Cómo integra la firma herramientas de IA? ¿Qué retos supone esta tecnología para la práctica legal?

Participamos de algunos proyectos piloto que integran las herramientas de inteligencia artificial a nuestra práctica legal. Ya existen algunos productos en el mercado que son objeto de escrutinio detallado. Los abogados tenemos obligaciones legales y éticas de protección de la información de nuestros clientes y además tenemos el deber de impartir consejos sobre la base de un juicio profesional del más alto nivel. Muy pronto veremos en el mercado colombiano algunas herramientas que se masificarán y que facilitarán y de alguna manera automatizarán algunas tareas de poco valor agregado. Y con mucha velocidad se advertirán cambios en la forma de prestar servicios legales. Lo que es definitivo es preservar la confidencialidad y privilegio de la información de nuestros clientes, de respetar los derechos de autor, la protección de información y data personal y de preservar el principio de brindar un consejo profesional del más alto nivel.

¿Qué recomendaciones haría a las nuevas generaciones de abogados?

Las nuevas generaciones están viviendo una época excepcional, muy nutrida de cambios y muy acelerada. Son unos privilegiados, tienen el mundo a sus pies. Si se me permite hacer unas recomendaciones, me concentraría en las siguientes: respetar y defender con energía la regla del derecho, la separación de poderes y la observancia de la Constitución y de la ley, respetar y pregonar los principios éticos de nuestra profesión, trabajar con entusiasmo, ser solidarios, ser compasivos, preocuparse por mantener unos mecanismos de autocontención personal para no ofender ni lesionar a los demás y entender que somos un instrumento para la vida en sociedad. Las leyes no son sino eso: un conjunto de principios y patrones que autorizan y limitan el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, y los abogados somos una herramienta para que esos principios y patrones tengan aplicación
efectiva.

Fuente:

Revista Cambio

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