Mercado postpandemia: oficinas y teletrabajo

Hace exactos cuatro años estábamos viviendo el peak de la pandemia por Covid-19. Las autoridades obligaron a confinarse a la población para evitar contagios. De un día para otro, teníamos clases online, trabajo remoto y hasta celebraciones de cumpleaños por Zoom.

Las compañías de internet tuvieron que aumentar sus líneas y adecuar sus servicios, así como las empresas contrataron softwares y entregaron equipos a sus trabajadores para que pudieran continuar con sus labores de forma remota. Finalmente, problemas más problemas menos, se logró seguir adelante. Prácticamente todos, con excepción de aquellas personas que por la naturaleza de su trabajo no podían hacerlo a distancia, nos encontrábamos en modalidad de “home office”.

La conclusión preliminar, que ahora puede verse un poco apresurada, es que el teletrabajo llegaba para quedarse y que esta nueva forma de trabajar iba a ser el futuro. Varias empresas devolvieron sus oficinas y todos los titulares de los medios apuntaban a esa nueva tendencia.

Hoy, cuatro años después, nos damos cuenta de que todo ha vuelto a ser mucho más parecido a la época prepandemia de lo que habríamos imaginado en ese entonces. Si bien hay ciertos ajustes ya que algunas empresas permiten y fomentan el trabajo híbrido, la regla general es que la gran mayoría ha vuelto a la oficina, ya sea todos los días o algunos días a la semana.

Según la Cámara de Comercio de Santiago, el 2023 fue un año de recuperación para el mercado de arriendo de oficinas ya que prácticamente todos los espacios que se liberaron durante el período 2020-2022 se arrendaron en 2023. En el mismo sentido, un informe de JLL Chile, indica que durante el 2023 se arrendaron 72.539 m2 de oficina adicionales, cifra que contrasta con la desocupación de 73.244 m2 de oficinas arrendadas durante el 2021.

Hoy se privilegian los espacios comunes más equipados y los lugares de trabajo tipo co-work sobre los espacios privados. Asimismo, la asistencia a las oficinas ha ido mutando, ya no es extraño que muchas personas trabajen de forma mixta, pudiendo estar en la mañana en una reunión presencial y en la tarde trabajando desde la casa cuidando a sus hijos.

Estos cambios, más que una consecuencia directa de la pandemia, responden a evoluciones sociales y tecnológicas. Eso sí, hay que reconocer que la pandemia jugó un rol clave en dos sentidos: en primer lugar, las empresas estuvieron obligadas a acelerar su actualización tecnológica y, en segundo lugar, permitió demostrar que era posible romper el paradigma del estricto trabajo presencial.

Toda esta experiencia ha demostrado que las oficinas siguen y seguirán siendo un espacio físico fundamental para la gran mayoría de las empresas, y que más que desaparecer, lo que les ocurrirá es que irán evolucionando en conformidad a los avances tecnológicos y sociales.

Fuente:

El Diario Inmobiliario

Compartir: